Este post trata sobre la jornada de formación empresarial outdoor training. Recopila las 7 preguntas básicas para entender esta actividad.
Índice
Las 7 preguntas básicas sobre el outdoor training empresarial
Ahora que viene el buen tiempo podría ser el momento adecuado para valorar la posibilidad de organizar una jornada de outdoor training empresarial. Esta es una alternativa para innovar, divertirse con los compañeros, reflexionar y mejorar el liderazgo de los equipos.
Siempre hay un motivo para celebrar: el verano, el aniversario de la empresa, un nuevo proyecto, un premio, una nueva etapa, etc.
1. ¿Qué es el outdoor training?
Una jornada outdoor training empresarial es una modalidad de formación muy práctica, didáctica, cuyas actividades se realizan en contacto con la naturaleza. Dentro de estas actividades se incluyen las grupales al aire libre con varios ejercicios, en las cuales participa todo el personal organizado por equipos.
De este modo, las jornadas outdoor training son actividades deportivas organizadas por empresas especializadas que asignan facilitadores dependiendo del número de participantes. Asimismo, estos facilitadores formados y acreditados son quienes diseñan, coordinan y dirigen la jornada de outdoor training.
2. ¿Cuáles son sus orígenes? y ¿en qué consiste esta metodología?
La formación outdoor tiene sus orígenes en Gran Bretaña y Estados Unidos, después de la Segunda Guerra Mundial.
Algunas escuelas aplicaban conceptos vinculados a ‘lo militar’, a fin de diseñar estrategias que fomenten las relaciones entre funcionarios o ejecutivos para mejorar su productividad.
A lo largo de los años setenta se empiezan a popularizar este tipo de cursos entre empresas y organizaciones de la administración americana. Así, por ejemplo, Harvard Business Review, en mayo de 1977, publica un artículo clásico sobre esta metodología de aprendizaje: Two women, three men on a raft.
De su desarrollo en Europa es responsable principalmente el European Institute for Outdoor Adventure Education and Experiential Learning. En estos parques, cientos de multinacionales (Toyota, Dupont, Coca – Cola, etc.) han utilizado como herramienta de formación los programas de entrenamiento experimental para mejorar sus climas organizacionales, desarrollar habilidades de liderazgo, etc.
Su metodología está asentada en un aprendizaje grupal, práctico, vivencial y divertido.
El outdoor training utiliza el aprendizaje inductivo: aprender haciendo, descubriendo, compartiendo y aplicando. Las personas aprendemos el 20% de lo que escuchamos y el 80% de lo que hacemos.
3. ¿En qué consisten estas actividades?
Sus actividades suelen ser juegos, concursos en los que se aplican dinámicas de grupos. De tal modo, los equipos reciben retos y objetivos concretos, como por ejemplo, referidos a cambios y toma de decisiones. Al finalizar los juegos, se extraen conclusiones y reflexiones para mejorar y aplicarlos en el entorno profesional.
4. ¿Para qué sirve el outdoor training?
Para fortalecer el liderazgo y mejorar la gestión de los equipos de trabajo. También favorece la competitividad, la diversión y el buen clima.
En los juegos de equipos se ejercita la coordinación, el apoyo, las reglas, la fuerza, la maña, la creatividad, se descarga adrenalina y se ponen a prueba las habilidades interpersonales.
En definitiva, sirve para para pasar un buen rato, sacar conclusiones y aprender.
5. ¿Cuál es el rol de los facilitadores de estos programas?
Los facilitadores profesionales especializados, técnicos entrenados para ello, tratan a cada empresa como un caso único y diferente. Por ello, trabajan antes, durante y después de la jornada.
Los ejercicios y las dinámicas son diseñados partiendo de un diagnóstico y asumiendo objetivos concretos. La estructura del proceso experiencial pasa por las siguientes etapas diferenciadas: estudio de necesidades (fase previa), definición de ejercicios y dinámicas, desarrollo de jornadas, experimentación y planes de acción.
Primero estudian y detectan las necesidades de las empresas y de sus equipos, y después sugieren las actividades grupales. Antes de comenzar las actividades, los participantes suelen recibir un cuestionario, el programa y el objetivo que tendrá la jornada. Al finalizar la actividad los participantes reciben unas fotos con las conclusiones obtenidas.
Los facilitadores tienen un rol orientador. Ellos son quienes coordinan el proceso educativo promoviendo la participación, la evaluación, la retroalimentación y el aprendizaje de la actividad.
6. ¿Qué pasos se siguen para organizar estas jornadas?
Estas jornadas suponen pasar por tres etapas: valoración, planificación y preparación.
Etapa 1: Valoración
En este primer paso se recoge información acerca del grupo. Se llevan a cabo entrevistas escritas u orales, encuestas de actitud, etc. También se formula varias preguntas: ¿qué es la organización?, ¿cuáles son sus intereses?, ¿quién es el líder?, etc.
Identificando lo que la organización desea y quiénes son, se sugiere el tipo de actividades que serán más apropiadas.
Etapa 2: Planificación
Se piensa en el diseño de actividades y en el escenario que permita la transferencia de aprendizaje. Es decir, se planifica pensando en los objetivos, en la técnica para romper el hielo, el tiempo necesario, entre otros detalles.
Etapa 3: Preparación
Se revisa el sitio, se prepara y se pone en marcha la actividad cuidando la integración de todos los participantes y que el objetivo de la actividad se cumpla.
7. ¿Qué beneficios reporta el outdoor training a las empresas? ¿Qué se dice en su contra?
Los beneficios están relacionados con la inteligencia emocional y con la mejora de las relaciones interpersonales.
Según investigaciones científicas, está demostrado que por ser actividades que se desarrollan en un entorno diferente a la oficina y que requieren interrelacionarse con los compañeros en una situación diferente a la cotidiana, se fomentan aspectos que son definitivos para un buen ambiente laboral, como la confianza, la comunicación, el compañerismo y la integración.
Se dice que estas jornadas -organizadas a medida- fomentan una mejor comunicación, promueven la confianza, la colaboración y el espíritu de trabajo en equipo. Asimismo, ayudan a reflexionar sobre problemas del liderazgo y ponen a prueba la capacidad de delegar responsabilidades y resolver problemas.
En su contra, algunos consultores consideran que:
El primer inconveniente no radica en la metodología sino en las organizaciones, puesto que no es la mejor herramienta para todas las circunstancias. Depende también de la actitud de los colaboradores, que quieran participar y estén dispuestos a sacrificar un día de descanso.
Esta metodología puede identificar el problema, pero no constituye necesariamente la medida que lo soluciona. La retroalimentación suele estar acompañada por afirmaciones como: ‘su equipo necesita mejorar la comunicación’, ‘el jefe de la unidad necesita potencializar su gestión’ o ‘tenemos que trabajar en el tema de liderazgo’.
Conclusiones
El diseño y la elaboración de programas de outdoor training son únicos y diferentes en cada empresa.
Al igual que cualquier programa de formación desarrollado por una compañía, sus objetivos deben estar claramente definidos y ser evaluados.
Si está decidido a realizar esta actividad, lo mejor es delegar a profesionales formados y con experiencia.
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