Este post trata sobre las relaciones con la prensa de una importante fábrica del sector químico farmacéutico y de las consecuencias de su política poco transparente, en una gestión de crisis.
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La fábrica que rechazó a la prensa
La empresa del caso, una fábrica del sector químico farmacéutico, nunca había cuidado sus relaciones con la prensa; desde su creación siempre se había mostrada hermética y nada accesible.
La empresa no se relacionaba con ningún de sus públicos externos: vecinos, autoridades y prensa.
Cuando estalló un conflicto en el interior, entre trabajadores y empresa, el comité de empresa utilizó a la prensa para dar más eco a sus reclamaciones y dar a conocer su versión: condiciones de trabajo poco seguras, escasos beneficios sociales, salarios mejorables y vertido de miles de litros de un producto altamente contaminante.
La Prensa
La Alta Dirección ante todos los medios
La Dirección de la fábrica nunca había permitido la entrada a sus instalaciones, ni a los medios, ni a los familiares de los trabajadores.
La empresa química nunca han atendido a los periodistas procedentes de distintos medios. La prensa había solicitado de forma reiterada información puntual respecto: sobre investigaciones, aniversario de la empresa, respecto a beneficios empresariales, incluso invitaron a directivos para que participen en programas de radio. Sus peticiones de información siempre fueron rechazadas.
Esta falta de colaboración había hecho que los periodistas etiqueten a estos empresarios como herméticos y oscuros.
Estalla la alarma: los periodistas no son atendidos
Cuando se agravó el conflicto laboral y surgieron rumores acerca de un vertido tóxico en la zona próxima a la fábrica, los periodistas de diferentes diarios, revistas y programas de radio, en su afán de cubrir una noticias de actualidad y disponer de datos exactos pidieron información a la fuente oficial para cubrir la actualidad informativa, pero fueron rechazados.
Insistieron; sin embargo, la postura de la Dirección fue la misma, se mostraron cerrados y nada accesibles.
Los informadores, cubrieron la noticia con los datos y versión facilitada por trabajadores, vecinos, alcaldes y comité de empresa. Esto hizo que al dar a conocer la noticia, los relatos destaquen el punto de vista de los trabajadores.
Algunos periodistas eran militantes ecologistas.
La compañía no concedió aclaraciones, ni explicaciones a ningún medio. La empresa no le permitió conocer su versión, jamás le facilitó datos generales y económicos de la empresa. La prensa cubrió sus noticias con la información proporcionada por el comité. Apoyo sus informaciones con las declaraciones y versión del comité de empresas y de los grupos ecologistas.
Además, algunos de los periodistas que cubrían la noticia, eran conocidos militantes de organizaciones ecologistas y escribieron duros artículos atacando la política medioambiental y la falta de responsabilidad de la fábrica.
Los distintos programas de las radios locales, organizaron tertulias y debates lanzando fuertes críticas a la empresa.
Ante una evidente deterioro de la imagen interna y pública de la empresa y ante un grave problema de reputación, la dirección de la empresa reacciona. Empiezan a tomar conciencia que no tienen el control de la situación; recapacitan y deciden pedir ayuda a una consultora.