Liderazgo y comunicación
Este post trata sobre la necesidad de saber conversar y dialogar con los colaboradores.
Es una necesidad que líderes y mandos desarrollen y trabajen su habilidad para comunicarse, de modo que sepan por lo menos mantener conversaciones en el trabajo y saber motivar a sus colaboradores.
¿Poder para comunicar o habilidad para comunicar?
Liderazgo: ¿ se debe ejercer como un poder o como una habilidad?
Habilidad para comunicar, respondió Carolina Villada Mejía, consultora de comunicaciones y periodismo en Colombia:
Atrás quedaron los líderes que creen que un lenguaje frío, distante, jerárquico y amenazante o intimidatorio contribuyen al mantenimiento del control de una organización.
El líder debe saber construir un lenguaje claro, sencillo y cálido hacia sus empleados. Esto se puede conseguir cuando los altos directivos, conscientes de su importancia, favorecen las comunicaciones interpersonales y la formación de sus líderes.
Richard Andrade, asesor de comunicaciones en Chile ofreció la misma respuesta. El líder debe saber comunicar.
Es imprescindible que el líder facilite el diálogo, prevenga y resuelva conflictos, aunando intereses y criterios distantes. Ese es el gran reto.
Habilidad para comunicar, ¿por qué?
Toda conversación debe ser una comunicación. Por tanto, un proceso dinámico donde hay aportaciones entre las personas que entablan un diálogo. Una conversación es una oportunidad para conectar con el colaborador, para interesarnos por el trabajo del otro, para estrechar vínculos, para conocer mejor el potencial de los colaboradores, entre otras iniciativas que debe tener el líder.
Veámoslo en este ejemplo:
Juan, Director de Calidad, tiene muchas cosas pendientes, como siempre. Entre ellas, terminar otro proyecto. Juan gestiona su tiempo con bastante deficiencia y ésto afecta a la comunicación de su equipo. Este director dedica poquísimo tiempo a sus colaboradores.
Hoy, en su agenda por fin, tiene previsto felicitar a una colaboradora por un informe brillante que ha realizado. Su idea han generado un significativo ahorro en la certificación de la calidad del producto estrella de la empresa.
El reconocimiento llegará tarde ya que desde hace seis meses se están poniendo en marcha las ideas propuestas por su colaboradora.
Juan, la llama a su despacho, la hace entrar y no la invita a sentarse. Le dice lo siguiente:
– “Carmen, solo son dos minutos, perdona el retraso. Únicamente, quería decirte que la empresa está muy satisfecha con los resultados de tu trabajo, superaste las expectativas y has cumplido muy bien la tarea encomendada. Gracias.
– La empleada escucha, asienta la cabeza. Y dice también. Gracias también. Inmediatamente, sale con prisa de su despacho dispuesta a continuar trabajando.
¿Qué falló en este proceso? ¿La codificación, la transmisión o el feedback?
Sin duda, dirán que fallaron varias cosas, pero sobre todo faltó la respuesta. Falló la conversación, apenas hubo feedback. La empleada agradece, pero no conversa; un gracias no es nada.
Juan, debió en primer lugar felicitar de forma inmediata, casi instantánea. El reconocimiento tarde seis meses y no le da un premio tangible a la empleada, lo mínimo que podría haber hecho es dar un reconocimiento delante todo el equipo. En dos palabras, comunicarse para motivar. Juan pudo crear una conversación más activa, entusiasmar y dando un pequeño detalle a la empleada, haciéndola sentir más importante.
Este simple ejemplo demuestra lo decisivo que es saber comunicar para motivar.
La habilidad de saber comunicar es clave para crear el ambiente favorable para conversar. Al líder le corresponde además, crear un entorno de trabajo positivo . Debería encontrar siempre el momento para hacer fácil, espontánea y agradable la conversación con sus colaboradores.
Y tú, ¿qué opinas?
Por Lelia Zapata
leliazapata@talentosreunidos.com