Este post trata sobre las tres razones que condicionan la productividad laboral: carencias informativas, actitud del colaborador y la ausencia de liderazgo.
¿Por qué no se alcanza la productividad laboral deseada?
Toda empresa es una obra humana. De poco sirve la tecnología punta y otras inversiones y recursos si el equipo humano no es productivo. Si te has preguntado ¿por qué en una jornada de 8 horas el rendimiento de algunos colaboradores está por debajo de lo esperado?, aquí tienes algunas explicaciones.
Por carencias informativas
Un empleado que no se siente suficientemente informado es un colaborador desubicado en sus responsabilidades. Si apenas se le informa sobre sus objetivos laborales, sobre las metas del área y del negocio, posiblemente no se sentirá implicado y no experimentará la importancia de su tarea.
Por la actitud del colaborador
En la actual sociedad del conocimiento, a diferencia de un pasado basado en el ‘orden y mando’, el talento lo entregan las personas de forma voluntaria. […] Una organización no solo piensa, sino también quiere y siente.
Fernández Aguado, 2005
Ocurre muchas veces que la personalidad del empleado es un impedimento para trabajar. Existen empleados muy hábiles, pero también muy ‘difíciles’ y ‘conflictivos’.
También se dan casos de empleados agradables en trato, pero con poco sentido de la responsabilidad, empleados que no saben gestionar bien su tiempo.
Estas actitudes terminan siendo un problema que impide el desarrollo normal de cualquier trabajo.
Sin lugar a dudas, la actitud del empleado hacia su trabajo, compañeros, jefe y el resto de áreas condiciona los resultados de cualquier organización.
Por las dificultades del líder
La dirección es incompetente y además existe una carencia de liderazgo.
El líder -por dejadez, carencia de habilidades sociales, falta de tiempo, de conocimiento o por otra razón-, no organiza ni informa adecuadamente.
En este caso, los colaboradores pueden tener un bajo rendimiento por las siguientes razones:
- Falta de organización y planificación: no se organiza el trabajo ni los recursos necesarios.
- Objetivos no alcanzables: la ansiedad por realizar lo irrealizable genera desgaste mental.
- Carencia de formación: el equipo o algunos de sus integrantes carecen de alguna formación concreta para afrontar los retos.
- Falta de reconocimiento de méritos: el líder, porque no tiene tiempo o no lo cree necesario, no reconoce el esfuerzo de cada uno de los miembros de su equipo.
- Poca participación: el colaborador no se siente implicado, no pregunta ni hace propuestas, se limita a obedecer órdenes.
- Desigualdad de oportunidades: existen favoritismo o situaciones injustas.
- Trato inadecuado: el líder no aplica la psicología, no dialoga, no aplica la inteligencia emocional en el trato adecuado a cada trabajador.
- Entorno de trabajo negativo: el clima de trabajo generado por la difícil convivencia entre colaboradores y jefe.
- Mal ejemplo: el jefe no cumple su parte, exige pero es incoherente en su comportamiento.
Estimado lector, si quieres añadir y aportar otra razón, te agradezco lo añadas en los comentarios.
5 comentarios
Interesante. Es lamentable que en las empresas no nos enseñen a ser productivos con nuestro tiempo
Muchas gracias Silvana por tu comentario.A veces no se hace de forma intencionada sino por falta de previsión y por no dar la debida importancia a la formación en la gestión del tiempo.
Hola, absolutamente cierto, lamentablemente en muchas ocasiones las personas que tienen la responsabilidad de una dirección laboral, carecen de conocimientos necesarios para fomentar positivamente la comunicación interna y clima laboral, esto puede ser por preparación académica deficiente, falta de interés de los altos directivos, una posición jerárquica llena de faso orgullo de superioridad o bien, envidia y temor de trascender enseñando a los demás a crecer por temor a perder el empleo si a quien se le enseña resulta ser mejor que el mismo directivo líder.
Muy cierta tu reflexión Javier! Los ambientes laborales tienen de todo. Por esta razón, todos debemos aspirar a ser muy buenos comunicadores. En el caso de los líderes, esta aspiración debe ser obligatoria, así que quieran o no, necesitan mejorar su habilidad para comunicar ya que llevan el peso de alinear a los miembros de sus respectivos equipos con los objetivos del negocio. Hay que crear un clima de trabajo positivo para que sea más agradable el trabajo y se beneficien todos, incluso la empresa con la codiciada productividad. Saludos Javier!!