Este post pretende ser una guía básica sobre la importancia de fomentar una cultura digital en todo tipo de organizaciones. Así mismo, espera crear reflexión sobre las consecuencias que conlleva el compromiso de crear una cultura digital.
Índice
1. ¿Qué es la cultura digital? ¿Qué ventajas aporta implantarla?
La cultura digital se refiere a un cambio de mentalidad que afecta a todo tipo de personas y entidades. Supone pensar en digital atendiendo a la economía digital que condiciona nuestras relaciones y decisiones con los stakeholders (clientes, proveedores, empleados, entes públicos, organizaciones, Estado, sociedad en general).
Este término está ligado con la transformación digital que acometen las organizaciones de todos los sectores en sus modelos de negocio.
Implantar una cultura digital en empresas y organizaciones es un reto necesario que no debería postergarse por varios motivos.
Uno de los más importantes es aceptar el impacto, la agilidad y el valor que aportan las nuevas tecnologías y las redes sociales a todo tipo de organizaciones.
Según un estudio realizado por Microsoft, difundido por el Diario Expansión:
En toda Europa se comprobó que las compañías con una cultura digital fuerte consiguen posicionarse por delante de sus competidores. Y los empleados de esas compañías se sienten:
- 5 veces más capacitados
- 4 veces más comprometidos
- 3 veces más innovadores
- 2 veces más productivos
2. Empleados: productividad e innovación
Los empleados de compañías con una cultura digital fuerte se sienten tres veces más innovadores.
Cuando la innovación tecnológica se une con una cultura digital adecuada, las personas son capaces de trabajar de una manera más inteligente y ágil, impulsando la productividad.
Cada vez más, las personas quieren sentirse partícipes de un cambio, por lo que los cargos y los salarios no son suficientes para retener el mejor talento, sino que es necesaria una motivación. Esta puede venir de la mano de la tecnología y los nuevos escenarios que habilita.
Además, los mejores resultados se obtienen cuando la tecnología encaja con una única cultura empresarial.
3. Empresas españolas: tecnología vs productividad
En España, las organizaciones con una cultura digital fuerte se sienten 9 puntos porcentuales más productivos que aquellos que trabajan para organizaciones con una cultura digital débil.
Por otro lado, sólo un 11,4% de los empleados españoles se siente altamente productivos en su trabajo, cifra que coincide con la media europea.
Si hablamos en términos de innovación, sólo el 15,1% de los trabajadores españoles siente que es altamente innovador en el trabajo. Casi dos puntos menos que los empleados del resto de países europeos, que se sitúan en el 16,9%.
4. Conclusiones del estudio de Microsoft
Las conclusiones del estudio, liderado por el Dr. Michael Parke, revelan que para que una cultura digital mejore la productividad, promueva la innovación y empodere a los empleados, requiere:
- Que los directivos y mandos intermedios promuevan el uso de la tecnología.
- Alto nivel de acceso a la información, de manera sencilla y transparente.
- Acceso a soporte técnico.
- Un entorno en el que la tecnología sea una prioridad de negocio, introduciendo más tecnología o utilizándola más frecuentemente.
5. La cultura digital: el reto
Desde hace bastante tiempo algunas pequeñas, medianas y grandes empresas españolas aceptan el reto que impone el desarrollo de las TICs. En esta línea, siguen incorporado en sus proyectos empresariales la actitud 2.0. Es decir, la aplicación de una filosofía digital a sus procesos de gestión.
¿Cómo lo están consiguiendo? Incorporando a sus procesos de negocio el cloud computing, los blogs corporativos, wikis, foros, comunidades online, redes sociales corporativas, entre otras herramientas.
¿Cuáles fueron sus objetivos? Apostar por la transformación digital desde un plan. Modernizarse, fomentar los flujos informativos, generar participación, recibir aportaciones de sus colaboradores, facilitar la transferencia de conocimiento y mejorar la productividad.
6. El equipo directivo y la cultura digital
Todo el equipo directivo debe implicarse en el proceso de la cultura digital, apostando por las personas y la tecnología.
Según el estudio de Microsoft, los directores generales ya no se preguntan por qué hay que adoptar la tecnología, sino “¿cómo la adopto de la mejor manera para que mis trabajadores se motiven y ayuden a que el negocio continúe prosperando?”
La Dirección de una empresa comprometida con implantar una cultura digital, además de estar convencida de cuidar su marca y reputación online con un plan digital, adquiere unos compromisos, divulgados por Hamel y Reig.
7. Los 7 compromisos de la empresa digital
Siguiendo la propuesta de Hamel y Reig (2009), investigadores de la organización 2.0, las empresas que aprueban la cultura digital se comprometen en los siguientes aspectos:
Primer compromiso: aceptar que todas las ideas compiten en igualdad
Todos los colaboradores tienen a priori las mismas oportunidades en la red. Nadie tiene el poder de censurar ideas, puntos de vista o eliminar debates. Se parte de un principio de igualdad, la contribución cuenta más que la posición.
Segundo compromiso: compartir autoridad y poder
En una cultura digital se comparte autoridad y se crean jerarquías naturales. Los colaboradores que dan aportaciones de calidad ganan autoridad moral y prestigio.
Los líderes son facilitadores; no ejercen el rol de directores, más bien son formadores, motivadores.
Tercer compromiso: intercambiar información y conocimiento
En la empresa virtual, la información y el conocimiento circulan por los canales implantados y hay plena libertad para comentar al respecto. Los colaboradores aportan conocimiento en lo que les interesa. Nadie tiene el poder del mando o de la sanción del otro.
El poder proviene del intercambio de información y no de acapararla, está en relación con la capacidad de compartir de forma rápida.
Importan los logros alcanzados y las recompensas son intrínsecas, de esta forma se abordan grandes proyectos.
Cuarto compromiso: potenciar el trabajo colaborativo
En la empresa 2.0 se potencia al máximo el trabajo colaborativo, aquí los grupos se autodefinen y se autoorganizan. Se coordinan y se canalizan los esfuerzos individuales y de los equipos, ejerciendo la libertad de establecer vínculos y compartir experiencias con algunas personas y no con todas.
Los colaboradores encuentran un entorno digital donde pueden desarrollar todo su potencial y mostrar todas sus capacidades.
Quinto compromiso: fomentar la creatividad y la innovación como responsabilidad
La creatividad ya no se limita a un único departamento: puede venir de cualquier colaborador. El departamento de I+D cuenta con la inteligencia de toda la organización para emprender innovaciones.
En una organización 2.0, los colaboradores comparten y dan su mejor contribución. La generación y aportación de ideas y conocimientos mejora el debate; en la organización virtual se desafía continuamente la innovación.
Sexto compromiso: favorecer la comunicación interna con las herramientas 2.0
La cultura digital se apoya en la eficacia de los canales 2.0 que se gestionan desde el área de comunicación interna. De ahí la importancia de cuidar su diseño, de crear un manual de protocolo para su mejor uso, y de hacer un seguimiento de su impacto y eficacia.
Sonia Muriel, en su artículo La Comunicación interna tras la web 2.0, resalta como aportes los siguientes aspectos:
- Avanzar en calidad, inmediatez y credibilidad de mensajes.
- Estructurar el conocimiento de la organización para hacerlo accesible a toda la plantilla.
- Crear un lugar para el intercambio de experiencias y buenas prácticas.
- Fomentar la participación y colaboración de todos los trabajadores.
- Generar una red de contactos entre los compañeros que impulse la participación.
- Avanzar desde una estructura rígida y muy jerárquica a una estructura más flexible.
- Imprimir un carácter más democrático en las decisiones y actuaciones de la compañía.
- Elevar la competitividad y productividad.
- Fortalecer el employer branding.
Séptimo compromiso: la implicación de la Alta Dirección
En una organización que apuesta por las nuevas tecnologías, la Alta Dirección es la primera en dar ejemplo en su uso. Aquí los líderes se forman constantemente, se implican y se comprometen con la tecnología 2.0.
Pedreño (2009) afirma que una empresa 2.0 lo es gracias al aporte de la Dirección. La Dirección apoya los proyectos tecnológicos e impulsa la elección de las mejores herramientas para que el trabajador se implique y participe en la marcha del negocio.
2 reflexiones
- Analice cómo su empresa responde a los 7 compromisos necesarios para implantar una cultura digital.
- Analice el rol que cumple la comunicación interna respecto a la innovación.
- ¿El área de comunicación interna tiene como objetivo promover la innovación?
- ¿El equipo directivo se implica en los proyectos y campañas de comunicación interna?
3 propuestas de acción
- La cultura digital demanda como grandes acciones: promover modelos de liderazgo que impulsen la innovación; contratar nuevos perfiles digitales; formación permanente en nuevas tecnologías; y apostar por las interacciones internas desde un plan estratégico de comunicación interna.
- Dotar al área de comunicación interna de personal especializado y recursos suficientes para que pueda cumplir su objetivo central de promover el cambio y la innovación. La comunicación interna es la savia de la organización que facilita el cambio involucrando a todos los colaboradores en el proyecto y en la visión empresarial.
- Elegir los canales digitales internos y las herramientas colaborativas más adecuadas para favorecer la innovación.
¿Qué opinas?
3 comentarios
Como suele ser habitual un excelente, interesante y completo post.
Creo que el principal aporte es que promueve la interacción, aunque dicha interacción debe complementarse e ir acompañada con relaciones interpersonales para facilitar establecer un vínculo emocional con los colaboradores.
En relación a los motivos por los cuales aún hay empresas que no apuestan por el 2.0, me parece que el temor de los directivos a tales herramientas (pérdida de control y de poder) y la desconfianza en cuanto al uso de este tipo de entornos por parte del personal, constituyen una importante barrera.
Maximiliano, muchas gracias por tu amable comentario.
Estoy de acuerdo contigo que la interacción espontánea virtual que se genera es una gran ventaja. Sin embargo, como tú dices, sigue siendo necesario seguir creando vínculos en la realidad, en el día a día. Las redes y las plataformas 2.0 son un medio más de relación, permiten estrechar aún más vínculos; nunca van a sustituir a la comunicación directa y personal.
Respecto a la falta de apuesta por la cultura 2.o opinas que la causa es el temor a la pérdida de poder. Así es, todavía afloran los temores porque hay que prepararse para comunicar con transparencia. Considero que esos miedos deben enfrentarse, poniéndoles un nombre. Urge un cambio de mentalidad que traerá muchas ventajas. Compartir el poder es bueno, trae cooperación. Las empresas que están implantando una cultura digital están ganando en ideas, enriqueciendo sus debates y sumando sus inteligencias.
Saludos y un abrazo.